miércoles, 3 de julio de 2013

¿De qué estamos hechos?

No olvides dejar tus zapatos en la lluvia al entrar,
la alfombra necesita mundanalidad.

Siéntate y te explico que lo que traes dentro no se entiende así de fácil,
todo empezó con el Popol Vuh, que nosotros estábamos hechos de barro,
pero en realidad ahora se confunde barro con mugre,
porque unos están hechos de eso, pero no quiero hablar de política.
Después, la costilla de Adán nos creó una pareja,
hubo pecado en una manzana y todo se fue a la mierda.


La verdad, te digo, estamos hechos de sueños,
que no nos dejan dormir a la hora adecuada.
De amor, que nos crea insomnios “Shakespireanos”,
orgasmos y peleas sin sentido sincronizadas;
los más sabios y retadores dirán de electrones, agua y carbono,
otros dicen que probablemente venimos de los monos.
Somos la belleza odiada por Baudelaire
y la sangre de Vlad Tepes.
Somos el recuerdo de noches de verano en abril, cuando el calor se te impregna.

Hoy en día pierdo la fe fácilmente, y digo que estamos hechos de miedo,
de terror por el día a día, el futuro y el compromiso;
de salir de esa zona de confort que nos jode tanto la vida
y nos hace tener el mismo trabajo por 30 años,
hasta jubilarnos y tener al fin tiempo de quejarnos.

Otros días ando optimista, y digo que somos pasión,
somos música, de esas sinfonías que silencian un teatro entero,
y se filtra como morfina a través de la piel de los que escuchan,
somos Pink Floyd en una tarde gris de lluvia fría,
somos la pelvis de Elvis en sus mejores años,
somos el grito admirador de los Beatles que deja sin garganta por una semana,
somos risa tonta de niños, de esas que mezclamos con la nariz,
somos lágrimas de ancianos, cuando pierden a su pareja por más de 60 años;
somos aire que peina las copas del Maquilishuat en el centro del parque,
donde se besan los amantes.
somos luz sobre cuerpos desnudos en un motel capitalino,
somos poder de tornados, tifones y volcanes, 
que hace erupción tal cual referencia erótica pasional.

Somos grandes aspiraciones con mal seguro social;
somos mega empresarios sin acceso a créditos,
somos llamadas impulsivas pasionales ebrias,
somos super héroes que buscamos nuestra Mary Jane,
somos ying yang, la escuela griega, 
y Franz Kafka platicando imaginariamente con Cortázar a la vez que toma un té con Dalí.

Pero, más que todo, somos vida,
tratando de tener las historias más épicas, para que los nietos se rían,
y talvez...aprendan la lección de que no importa lo que te digan,
al final quien decide de que estás hecho, eres tú.

1 comentario:

  1. Hey me gusto un montonaso mano! en especial los 2 primeros párrafos se me hicieron bien inspirados!! que bueno ver que seguís escribiendo por acá, ya era hora!! yo por ahí de vez en cuanto también escribo, no tan positivo como tu mensaje, mi onda siempre ha sido mas gris, mas terapéutica... Por si te animas a visitar ahí estoy a la vuelta de la esquina!

    Buenísimas vibras!

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